EXPOSICIÓN: MITOS DEL DESCENDIMIENTO.

30 noviembre 2023 - 10 enero 2024

Raúl Mendoza y alumnas de la Academia Municipal de Dibujo y Pintura Pepita Medina.

 

La muestra consta de 11 piezas de tamaño medio elaboradas por los alumnos y las alumnas de la Academía municipal de dibujo y pintura Pepita Medina de Gáldar, guiadas por la sabiduría de su profesor, Rául Mendoza. 

 

Un mito es un relato que pretende dar explicación a fenómenos naturales, psicológicos o sociales. Son fruto de sociedades con una lógica pre-científica cuya “ciencia” es indeslindable con los sistemas teológicos filosóficos y políticos de las culturas que los alumbraron.

La cultura es básicamente el conjunto de saberes compartidos por un grupo humano y como tal, no solo evoluciona en el tiempo haciendo frente a nuevas situaciones, sino que se ve afectado por las culturas vecinas. No hay esencias culturales, hay incercias y sincretismos y deben ser entendidas en momentos y lugares específicos. Si no, en un mundo que está continuamente generando nuevos mitos o reeditando mitos antiguos, estaremos condenados

 

a) a caer continuamente en discursos de confrontación étnica o religiosa y

b) a ser víctimas de un razonamiento acrítico con la información que recibimos.

 

La aparente originalidad de los mitos de unas y otras culturas se debe no solo a a procesos de adaptación sino al hecho de que, compuestos de mitemas, se fragmentan y se recomponen dando lugar a nuevos mitos o enriqueciendo uno o varios mitos precedentes. El mitema es la unidad narrativa mínima de la que se compone la narración mítica.

En la substanciación de estos mitemas y en la relación de los simbolos resultantes, radica la esencia de la iconografía.

Escoger, para adentrarse en esta concepción del mito, los mitos del descenso, se excusa básicamente en la edad de los participantes mayoritariamente alumnos de segundo y tercer grado. Su atracción por el simbolismo y por los relatos para-filosóficos de la condenación, el castigo y el aislamiento, radican básicamente en procesos del desarrollo de la personalidad y encauzarlos en el trabajo artístico se considera de interés formativo.

Los mitos del descendimiento se dividen tempranamente según el género de sus protagonistas, pero especialmente, según el agente y la causa del descenso.

Según el género, hay una clara tradición vinculada a la astrología mesopotámica inicial donde los movimientos de la luna y venus juegan un rol fundamental y otros mayoritariamente masculinos, donde partiendo al parecer de los anteriores, tiende a dárseles una lectura de carácter social, político e incluso soteriológico. Una evolución consecuente con los cambios culturales a formas cada vez más estrictas de patriarcado entre la antigua sumeria y las sociedades clásicas.

En cuanto al motor, cabe distinguir en los mitos en los que el descenso es voluntario (bien en un ciclo heroico de superación personal o como sacrificio) y aquellos en los que el cambio vital sufrido por el protagonista  se relaciona con un castigo, normalmente asociado a conceptos de exceso de orgullo, soberbia o desobediencia que se vinculan con la habilidad y el conocimiento. Y se convirtien así en un relato de cohesión y coacción en el seno de una comunidad o un sistema político.

Estos relatos tuvieron una gran influencia en los ritos soteriológicos de las grandes religiones medioorientales y mediterráneas durante los últimos tres mil años, y fueron muy influyentes en la organización social y la evolución filosófica. Pero además, siendo actualizables, tienen el valor de constituirse en una herramienta de exploración de la realidad personal y colectiva.