SABADO 25 DE MARZO 2023 18:30 H

A cargo de Antonio M. Macías Hernández,

Catedrático de Historia Económica.

Conferencia con motivo del Día Internacional del Recuerdo a las Víctimas de la Esclavitud.

 

RESÚMEN DEL AUTOR

La historiografía dedicada al estudio de la agroindustria azucarera de los siglos xvi al xix insiste sobre el mayoritario empleo de mano de obra esclava en los dos apartados de su proceso productivo (agrícola e industrial). Un esquema que se ha repetido para el caso de la agroindustria azucarera nacida en Canarias en el último cuarto del siglo xvi y cuya actividad, aunque en declive desde los años 30, se mantuvo hasta mediados de esta centuria, cuando se admite también que la mayoría de los ingenios azucareros canarios apagaron sus calderas a raíz de la competencia del azúcar brasileño y antillano.

Sin embargo, el autor de esta conferencia ofrece una perspectiva analítica bien diferente; una perspectiva que revela una vez más el peligro de repetir ideas y paradigmas sin el necesario respaldo teórico-empírico. Porque, a pesar de los valiosos estudios realizados, la esclavitud no ocupó un rango estadístico que permita hablar de azúcares y esclavitud en el caso de la agroindustria canaria, y menos realizar cualquier comparativa con las economías de plantación del otro lado del Atlántico. Por el contrario, debemos hablar de lo que en verdad otorga singularidad al caso canario en el contexto enunciado. Es decir: de azúcares y mano de obra libre, pues primó la fuerza de trabajo asalariada, tanto en la plantación como en la industria, y, además, gracias a la acción conjunta de dos principales factores: por un lado, un modelo de reparto de las tierras aptas para el plantío cañero que combinó la gran propiedad, con su ingenio y plantación, con la de medianos y pequeños propietarios de cañaverales;  por otro, la existencia de mano de obra libre, reclutada en un mercado de trabajo que se nutría con contingentes locales y con temporeros lusitanos.

Finalmente, me parece correcto la celebración de eventos que recuerden el sufrimiento causado a los miles de nativos africanos que fueron trasladados al otro lado del Atlántico para faenar como esclavos en haciendas y plantaciones. Pero también me parece correcto poner el acento en la otra cara; la de economías que fueron capaces de generar su riqueza y, en el caso que nos ocupa, azucarera, sin necesidad de contar con fuerza de trabajo mayoritariamente esclava. Así ocurrió en el caso de Canarias y este hecho permite valorar el significado social que los isleños dieron al empleo de esta fuerza laboral, como bien ponderaron los viajeros extranjeros que visitaron las Islas.

 

Actividad gratuita.

Entrada libre hasta completar aforo.